El pasado 27 de junio abrió sus puertas el horno de pan artesanal El Fornet del Moliner en Figueres, en el número 175 de la Rambla Nova.
Miquel Escarrà lleva toda la vida ejerciendo la profesión de panadero y nunca ha dejado de hacer pan. “Cuando yo empecé a hacer pan no existía el pan precocido. Los fabricantes cayeron en la tentación de comprar una maquinaria que hace hasta 12.000 barras por hora. Es un pan industrial.”
Miquel Escarrà y su hijo Eduard no se cansan de decir que lo único que importa a la hora de hacer pan es la fermentación. “Ni harinas, ni horno de leña… ¡nada! Si haces un buen pan y tienes horno de leña, ayuda, pero si tienes un pan vulgar, el horno de leña no puede hacer ningún milagro.”
La persona que llega a El Fornet del Moliner debe saber que aquí se hace un pan artesanal, que no utiliza química y que tiene las horas de fermentación que debe tener. «Es muy importante recuperar la profesión de panadero. Es cierto que requiere muchas horas hacer un pan artesanal, libre de química y que la masa fermente el tiempo que debe fermentar. Pero el sabor y el hecho de que el resultado sea un alimento muy saludable lo compensan todo.»
El Fornet del Moliner dispone de un gran espacio, donde, además de poder ver cómo elaboran el pan a través de grandes escaparates de vidrio, los clientes pueden degustar cualquiera de sus especialidades allí mismo. Es el punto de degustación de la panadería del Moliner. Pero es un más allá. «Antes que nada, esto es una panadería artesanal», puntualiza. «El pan que yo quisiera ir a comprar es justo el que yo hago.» Y es que uno de los secretos es nuestra masa madre líquida natural, sin química ni aditivos.
La acogida por parte de los figuerenses ha sido excepcional. «No creía que en tan poco tiempo se vendieran tantos kilos de pan. Estoy sorprendido. Ha sido brutal, pero al mismo tiempo muy contento porque la gente lo ha reconocido con sinceridad. Aquí no engañamos. El pan de espelta es 100% de espelta (no es un 51% de espelta y un 49% de harina de trigo). ¡Y eso la gente lo agradece y lo reconoce! Al final, hacer las cosas con profesionalidad y con total transparencia y sinceridad da sus frutos.»
Un pan con muchas horas de fermentación y hecho con una masa madre libre de química y aditivos hace que el gluten se agote (lo cual es lo que más daño hace a la gente). «Nosotros estamos casados con la calidad y con el pan natural. No queremos engañar, y por eso el resultado, espectacular, es este.»
Estar comprando el pan y ver el obrador a través de un gran escaparate de vidrio desde la calle o desde la panadería no es nada habitual. Tal como comenta Eduard Escarrà, «no escondemos nada. Queremos que nuestros clientes vean todo el proceso. Somos 100% transparentes.» La maquinaria es otro de los secretos de la panadería El Fornet del Moliner. Tal como explica Miquel Escarrà, nuestra máquina de amasar tarda una hora en amasar el pan. Eso es fundamental para la calidad del pan. Es mucho tiempo, pero es lo que permite obtener un pan de gran calidad.»
En El Fornet del Moliner tienen todas las variedades de pan que el cliente necesita. «La barra de cuarto, la de medio, el pan de kilo, de medio kilo, las famosas cocas, las piezas pequeñas, de espelta, integrales, de cereales… Queremos que nuestros clientes vuelvan a disfrutar del pan bien hecho.» El sabor de la miga, el punto de humedad perfecto y una corteza fina pero contundente. Un pan excepcional. ¡Perfecto!
Toda la bollería que tienen en El Fornet del Moliner es belga. «No la hacemos nosotros, es de alta calidad, no hay más grasa que no sea la mantequilla, 100%. Con esto también queremos ser transparentes, pero somos muy exigentes. Por eso solo trabajamos con una marca que hace las cosas como queremos, de alta calidad.» Y lo mismo pasa con el café, que es una marca italiana, un tostador artesanal de Venecia. En Cataluña nadie más gasta este café de alta calidad.
El Fornet del Moliner apuesta por la calidad, pero también apuesta por el precio. Tal como dice Miquel Escarrà, «Aquí el café lo cobro a 1€, un cortado a 1,10€ y una barra de pan a 0,95€. No soy el más barato del mercado, pero estoy a precio de mercado. Un bocadillo con buenos embutidos de calidad está a 1,90€. No nos queremos hacer ricos, y por eso tenemos una relación calidad-precio única en nuestra casa.» Pero sobre todo, él, junto con su hijo, son antes que nada panaderos.
El Fornet del Moliner tiene un horario muy amplio de atención al público. A lo largo de todo el día elaboran pan. «Tenemos abierto desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche, y constantemente los clientes van entrando a la panadería para comprar el pan recién hecho. Aquí continuamente estamos haciendo pan, y todo a la vista de los clientes. Es nuestra manera de dar un buen servicio a nuestros clientes.» Y por la afluencia que hay en la panadería, este mensaje está calando entre sus clientes.
Por desgracia, las panificadoras han hecho perder en muchos casos la profesión de panadero y tal como dice Miquel Escarrà, «esto es lo que yo quiero reivindicar: volver a la profesión de panadero, y hacerlo de la mejor manera posible. No hay cultura de pan. La gente no es consciente de que un pan bien hecho vale algo más de 40 o 50 céntimos. Ahora bien, cuando prueban nuestro pan, ven la diferencia. No tiene nada que ver.»
Como buenos profesionales, tanto Miquel como Eduard Escarrà están orgullosos de su pan y de explicar cómo lo hacen. Los máximos estándares de calidad, con ausencia de aditivos, natural y todo a un precio justo. Su punto de degustación con bollería y la oferta de bocadillos, con un café único y exclusivo, está teniendo, junto con la panadería, un éxito abrumador.
El Fornet del Moliner acepta encargos para pequeños catering como fiestas infantiles y aniversarios, para los cuales realizan diferentes bocadillos, cocas, como la extraordinaria Coca de escalivada con jamón o sus pizzas artesanas hechas sobre las cocas. ¡Calidad, calidad y calidad a un precio excepcional!